¡Ahora sí, a la verga todo! ¡Esto ya no es una alerta, es un pinche grito de auxilio y nadie está escuchando! ¡Nos estamos prendiendo fuego como idiotas y encima nos rascamos los huevos mientras pasa!
¡Un puto récord histórico, cabrón! ¡Ni en las peores temporadas habíamos llegado a esto! ¡1.6 millones de hectáreas! ¡Eso no es “mucho”, es una puta masacre ecológica! ¿Y quiénes la pagan? El bosque, los animales, las comunidades, la gente que sí vive de su tierra. ¿Y quiénes son los culeros que siguen quemando pa’ sembrar, pa’ invadir, pa’ abrir caminos a lo pendejo? ¡Los mismos de siempre, y nadie les pone un alto!
¡Guerrero, Nayarit, Chiapas! ¡Ya son parecidos a putas zonas de guerra! ¡6.5% del territorio de Guerrero hecho polvo! ¡Eso es como si hubieras borrado con una goma media puta entidad del mapa! Y no, no es exageración: son cerros calcinados, selvas enteras vueltas hollín, crías de jaguar, aves, insectos y árboles de siglos que ya valieron verga.
¿Y las autoridades? ¡Chinguen a su madre con sus declaraciones de “estamos monitoreando”! ¿Qué monitorean, putos? ¡Si hay incendios que llevan semanas y ni una puta brigada se asoma! ¡Seguir “monitoreando” mientras el país se quema es como ver tu casa incendiarse y decir “ahorita le echo un ojo”! ¡Ya basta de esa actitud de mierda!
Y la raza, nosotros, ¿qué pedo? ¿Tan metidos en el celular que ni vemos cómo nos estamos chingando todo? ¡No es sólo cuestión de gobierno, también de cultura, de dejar de hacer asados en el monte, de no prender fuego “pa’ limpiar” como si fuera 1960! ¡Edúquense, carajo!
Y a los cabrones que hacen esto intencionalmente: ¡Que se vayan a la reputísima madre! ¡Ojalá les caiga encima todo el peso de la ley, y si no hay ley, que les caiga la puta conciencia —ah, pero verdad que ni eso tienen, hijos de la verga!
Si esto no les prende una alarma en el alma, ya están muertos por dentro. Y si no hacemos algo, el país va a quedar como un pinche desierto calcinado donde lo único que crezca sean las mentiras de los mismos cabrones de siempre.