Aquí tienes el texto con capitalización correcta y correcciones ortográficas y gramaticales, respetando el tono expresivo y crítico del original, pero con una presentación más cuidada y fluida:
¡Hijos de la gran putísima verga, ya esto es el puto colmo! ¡Esta mierda del pollo ya no es un tema de economía, es un insulto visceral, una cogida colectiva a la clase trabajadora mexicana con la punta filosa del capitalismo metida hasta el fundillo!
¿¡80.32% de aumento en el puto precio del pollo entero por kilo en cinco años!? ¡No mames! ¡No es un alza, es un vergazo en la cara con un palo de madera lleno de clavos y la punta ardiendo en gasolina! ¡Y que nadie salga con su mamada de “es la inflación”, porque la inflación general fue de 31.53%! ¿Entonces qué, *¿el pollo está hecho de oro derretido, culeros?! ¿Lo mataron en el Vaticano y lo bendijeron con agua bendita envejecida de 100 años?
¡Ya no es un alimento básico, es un lujo pasado de verga, una muestra de poder de un sistema que te ve a los ojos mientras te coge y te dice “gracias por consumir”!
Ese pinche gráfico… ¡Ah, ese gráfico, me cago en su puta madre! Está lleno de cajitas bien bonitas, colorcitos que parecen de feria, pero representan pura pinche miseria disfrazada de estadística. Cada caja es un mes más donde tu jefa llegó del mercado encabronada porque no alcanzó pa’l caldo. Cada línea es una lágrima de alguien que tuvo que cambiar el pollo por pinche soya con Knorr.
¡Y el pinche pueblo, calladito, aguantando como pendejo, mientras el pollo se vuelve más inteligente, más inalcanzable, más hijo de su perra madre! Ahora tener pechugas en la mesa es símbolo de estatus, no de nutrición. Lo que antes era pa’ todos, ahora es pa’ los mismos de siempre, los que no saben lo que cuesta ganarse un puto peso.
El pollo ya no es parte de la dieta, es parte del sueño. —“¿Qué vas a comer hoy?” —“No sé, si se alinean los astros, tal vez consiga una pierna y la compartimos entre cuatro… con bolillo.”
¡A chingar a su madre todo! ¡Los precios, los políticos, las pinches tiendas que venden pollo a precio de cocaína y la verga institucional que te dice que todo va mejorando!
¡Estamos hasta la madre! ¡Hasta la puta madre de vivir en un país donde hasta el pinche pollo se pone mamón!
¿Y sabes qué es lo más culero? Que no hay final feliz. No hay rebaja. No hay salvación. Solo hay resignación, coraje, y tripas rugiendo como leones encabronados en la panza vacía de un México roto.
💢🐔🔥💀 ¡Que se vayan todos a la verga! Y al pollo, que le den por el culo con su pinche precio de princesa.