EXPEDIENTE: CHINGADERA-911-ECATEPUNK
FECHA: 21 de junio de 2025
HORA: A la hora en que Dios se va de Ecatepec porque ya no puede con tanto
LUGAR: Oxxo “La Última Esperanza”, Avenida Asáltame Despacio, Ecatepec, Edomex
RELATO DE LOS HECHOS (O CÓMO SE FUE TODO A LA MIERDA):
A eso de la tarde, justo cuando el América pateaba cadáveres bajo el nombre de Necaxa, se activó el modo “apocalipsis cotidiano” en un Oxxo del Edomex. El aire ya olía a miseria, cerveza caliente y crimen sin imaginación.
Y como buen ritual futbolístico en tierras donde la ley es opcional, apareció el Brayan vulgaris, nombre científico del espécimen urbanoide local: agresivo, fosforescente y armado con cualquier cosa herrumbrosa que no esté clavada al piso.
Este cabrón, con el IQ de un encendedor sin gas, decidió que era buena idea asaltar el Oxxo armado con un cuchillo cebollero oxidado, probablemente sacado del cajón de su abuela o de un basurero. El pinche fierro estaba tan podrido que daba más miedo por el tétanos que por el filo.
El cajero, que ya ha visto más asaltos que Navidades, ni se inmutó. Solo suspiró con esa resignación de quien ya vive en modo “chingue su madre, a ver qué me toca hoy”. Mientras tanto, en la gloriosa patrulla municipal —esa caja de hojalata que solo avanza si la empujas con fe— venía un solo poli, solitario héroe del desmadre, que no llegó por valentía sino porque le tocaba la zona y ya no alcanzó a fingir diarrea. La sirena no sonó, pero no por táctica, sino porque esa chingadera dejó de funcionar desde el temblor del 2017.
El oficial desciende del vehículo, sin moral, y con un revólver tan vacío como su cuenta de banco. No pasó el pase de revista porque estaba echando la firma en el baño o ligando con una señora en el IMSS. Le apunta al Brayan directo a la mollera sumida llena de reguetón y garraspera, y le exige que se rinda. Pero el Brayan, con su cara de “nadie me manda”, ni lo pela. Le vale madres.
Y es aquí donde entra el momento histórico. El poli, al borde del colapso existencial, recuerda una técnica que vio en un foro de Warhammer mientras se hacía pendejo en la comandancia. Agita el fierro descargado y grita con más fe que puntería: “¡BAM!”
Y cabrón… como si la palabra tuviera +10 de daño psíquico, el Brayan se desploma como poste de Telmex mal clavado. ¡Madres! Muerto. Sin disparo. Sin contacto. Caído por puro pinche poder narrativo. Se confirma: lo que sirve contra los orkos del Warhammer, también aniquila a los orcos del Edomex.
La escena queda en pausa por una hora porque el SEMEFO estaba viendo el partido y la patrulla de refuerzo estaba en los tacos. Spoiler: el América ganó con trampa, como todos los campeonatos que presume. Ya cuando termina el partido, llegan todos: forenses, prensa chismosa, y hasta un güey vendiendo pulseras de San Judas.
El poli, en vez de recibir medalla por milagro ofensivo, es llevado al MP por “uso excesivo de la palabra” y “posesión de arma simbólica”. Los licenciados no sabían si juzgarlo por homicidio o canonizarlo como santo patrono de los BAM.
EVIDENCIA DE ESTE CAGADERO:
- Un cuchillo oxidado, más útil para pelar papas que para asaltar
- Un revólver vacío que solo dispara sueños
- Grabaciones de seguridad dignas de pixel art
- Tres testigos en shock que solo pudieron decir “no mames” en loop
- Un Brayan tieso en modo “GAME OVER”
- Video viral en TikTok: “Oficial mata con BAM – brujería confirmada”
RECOMENDACIONES (SI ES QUE A ALGUIEN LE IMPORTA):
- Mandar a hacer una limpia al Oxxo, al cajero y a todo Ecatepec.
- Incluir “gritar BAM con huevos” en el manual de uso legítimo de la fuerza.
- Dotar de armas reales a los oficiales. O mínimo una resortera.
- Capacitar a los criminales para que no se mueran con sustos.
- Prohibir partidos del América en zonas de alto raterismo.
- Estudiar científicamente si el BAM puede usarse contra políticos corruptos.
FIRMA:
Oficial Rigoberto “el BAM” Hernández
Cargo: Operador táctico de conjuros urbanos
Especialidad: Eliminación de amenazas con voz y fe